Poema a una pulsera

¡Oh preciada joya que antaño fuiste labrada!
Hilo de oro que cubre la mano,
joven teñida de nieve.
Brillantes que recogen la luz del arco iris
en tu pálida piel.
¿Quién te llevó a la hermosa joven?
¿Cómo te posaste en su desnuda piel?
Recuerdo del pasado
de un amor prohibido
capricho del destino.
Y ahora que la nieve cubre mi cabello
renacen los recuerdos del amado...
Dulce melancolía.
Una lágrima juguetona en mi mejilla
brilla como el rocío en las flores al amanecer.

LOS ZAPATOS DE FLAMENCO

¡Oh. Zapatos negros!

Que a la voz del zapateo

el suelo martilleáis

buscando el ritmo

del que grita y llora

¡Oh, zapatos negros!

Negros como la noche,

como el ver morir,

como hallar el ritmo,

negros..

¡Oh, zapatos negros!

¡Oh, zapatos de flamenco!

Que llenáis de alegría

nuestra vida.

¡Oh, zapatitos negros!

¡Oh, zapatitos de flamenco!

¡Oh, diente de león

cuán agil alzas

tu cabeza al aire!

¡Qué el aire te lleve!

¿Es acaso lo que esperas?

Ya los días no clarean

y las nubes cubren de gris

el suave y manso paisaje

que a la niñez evoca.

¡Oh, quién jugara otra vez

a crecer y envejecer!

Tan solo era hermoso hacerlo

cuando la nieve no cubría mis cabellos

y la pena no arrugaba mi rostro.

¡Oh, diente de león!

Jamás te deshojaré otra vez.

Jamás volveré a ver mi niñez.

Óscar Laguna.

    Era el día de las finales de los “Juegos Animalímpicos” el León Campeón, campeón de los juegos del año pasado, pasa el último la línea de meta.

    Durante la última semana no había ido a entrenar, solo había estado yendo al club de moda: El Cocotero. Allí se encontraba con el Camello Vello, al cual había conocido recientemente durante los entrenamientos. El Camello Vello le había pasado la dosis de dátiles que tanto empezó a necesitar el León Campeón.

    Dos días después de las finales León Campeón murió al caerle un coco en la cabeza cuando esperaba en El Cocotero al Camello Vello para comprar su imprescindible dosis.

Víctor 2º B.B.

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"uelcome beibes"

Buenas... uelcomes peques al bujero de las letras y el teatro y la poesía y los cuentecillos y las brujas y los duendes. donde hasta, perdón asta (de toro) son hayadas, o bosques, las tmidas normativas ortográficas... en que quién, soy tu, tururúuu, tenga cuento lo comparta.
No olvides nuestro lema ¡VIVA LA IMAGINACIÓN! o Aplicaté el cuento o ... vosotros diréis o qué sé yo...